jueves, 4 de febrero de 2010

SONIDOS

La melodía del saxo entraba por la ventana de la segunda planta, y como cada mañana me asomaba dejando el trabajo de lado. Allí estaba él, con su saxo y su perro. Como cada mañana. Ayer me ascendieron y cambié de planta. Ahora trabajo en la planta 53. Aquí solo se escucha el ruido de la fotocopiadora, del fax, y de los aviones cuando vuelan bajo.

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